Blog

Fratelli Tutti y Víctimas por la Paz: Ecos Restaurativos en Tiempos de Duelo y Esperanza
Featured

Fratelli Tutti y Víctimas por la Paz: Ecos Restaurativos en Tiempos de Duelo y Esperanza

En estos días marcados por la orfandad tras la partida del Papa Francisco, días de duelo por un Pontífice que nos invitó a soñar, a mirar desde las periferias y nos habló incansablemente de amor, siento la profunda necesidad de compartir una pequeña anécdota. Una vivencia que, entiendo, ilumina la potencia transformadora del encuentro y la búsqueda incansable de caminos alternativos a la lógica punitiva que aún impera.

Una reflexión personal sobre la potencia del encuentro, la comunidad y la búsqueda de alternativas al punitivismo, inspirada en la experiencia de Víctimas por la Paz y la encíclica papal.

Por Diana Márquez

Corría el año 2023, y me encontraba participando en las reuniones de los Comités de Prevención y Solución de Conflictos en unidades penitenciarias de la provincia de Buenos Aires. Específicamente, estábamos sesionando en la Unidad 21 de Campana, donde asistía personalmente en representación de Víctimas por la Paz. En aquel contexto, reflexionábamos sobre un pilar fundamental de la justicia restaurativa, en contraposición a la justicia meramente retributiva. Mientras esta última concibe la sanción casi exclusivamente a través de la cárcel –y siempre he sostenido que las posibilidades son limitadas, pues nuestro Código Penal contempla básicamente prisión, multa o inhabilitación–, la justicia restaurativa se enfoca en generar espacios donde sea posible cumplir tareas reparadoras con la comunidad.

Ahora bien, no se trata de tareas asimilables a una probation tradicional. Son acciones que deben necesariamente tener en cuenta las necesidades de las personas ofendidas, promover la responsabilización –en algún eslabón de la cadena causal– y, fundamentalmente, fomentar la creación de comunidad. En un entorno carcelario, donde la convivencia es forzada y se configuran comunidades heterogéneas y complejas, el desafío restaurativo radica precisamente en idear espacios para generar acciones reparadoras genuinas.

Fue en ese comité donde propuse una idea inicial: la lectura compartida del libro de Víctimas por la Paz. Imaginé que, al leer juntos las historias, las personas que debían cumplir con una sanción reparadora podrían expresar sus reflexiones, compartir sus sentires con sus compañeros, y así generar un espacio de introspección y diálogo a partir de las vivencias narradas en primera persona por otras víctimas.

Sin embargo, como suele suceder en los procesos de construcción comunitaria genuinos, la idea inicial se transformó en algo superador. A pocos días de haber planteado la propuesta y acercado ejemplares del libro a la Unidad 21, recibí una llamada del capellán de la unidad, el padre Ariel. Me consultó qué me parecería si intentáramos establecer una relación entre el libro de Víctimas por la Paz y la encíclica papal Fratelli Tutti. La idea me pareció brillante, una intuición luminosa que conectaba la experiencia vivida con la reflexión teológica y social. Pero la sinergia no terminó allí. Fueron los propios muchachos privados de libertad quienes añadieron una capa más de creatividad: "Vamos a hacerlo", dijeron, "pero, si les parece bien, enmarquémoslo en un taller de teatro".

Así nació un proyecto que tuve el honor de apadrinar, de alguna manera, desde Víctimas por la Paz. Durante un año, estos hombres leyeron nuestro libro, analizaron los casos, los confrontaron con sus propias vidas y los pusieron en diálogo con las reflexiones sobre Fratelli Tutti que el padre Ariel les acercaba. A finales de 2023, tuve la inmensa suerte de asistir a la presentación de la obra de teatro resultante. Lo que presencié fue una transformación palpable: habían generado más comunidad, habían construido un espacio auténticamente restaurativo. Habían logrado compilar, en una puesta en escena conmovedora, tanto la filosofía profunda de Fratelli Tutti como las vivencias crudas y las sensaciones en primera persona que emanan de las páginas de Víctimas por la Paz.

Para mí, esta experiencia es un recordatorio elocuente de la necesidad imperiosa de unirnos, de forjar alianzas, de trabajar mancomunadamente para crear comunidades reparadoras y reparadas. Es un testimonio de cómo, incluso en los contextos más adversos, la palabra, el arte y el encuentro pueden abrir fisuras en los muros del dolor y la desconfianza.

Esta vivencia en Campana resonó profundamente con reflexiones que venía madurando sobre las intersecciones entre la encíclica Fratelli Tutti y la esencia de nuestro trabajo en Víctimas por la Paz, plasmada en el libro homónimo compilado por Alexia Barchigia. Si bien una comparación directa resultaría desmesurada por la naturaleza y alcance de ambos textos –uno, un documento magisterial de alcance universal; el otro, una colección de testimonios vivenciales–, encuentro notables puntos de convergencia al analizarlos desde la perspectiva de la justicia restaurativa. Ambos, desde ángulos distintos, abogan por enfoques que trascienden la mera punición y buscan la sanación, la reconciliación y la reconstrucción del tejido social. Con la mayor humildad, me permito desarrollar algunas de estas intersecciones:

  1. Centralidad de la Dignidad Humana: Fratelli Tutti insiste de manera constante en la dignidad inalienable de cada persona, independientemente de su origen, condición o acciones pasadas (FT 8, 106-107, 121, 277). Es un llamado a reconocer al otro como hermano/a. De forma paralela, las historias de Víctimas por la Paz reflejan un reconocimiento profundo de la humanidad tanto de la víctima como de la persona ofensora. Incluso en medio del dolor más agudo, muchas víctimas logran ver al agresor/a como un ser humano que erró, a menudo producto de circunstancias vitales sumamente difíciles. Este respeto fundamental por la dignidad de todas las partes es, precisamente, la piedra angular sobre la que se edifica la justicia restaurativa, buscando reparar el daño sin deshumanizar a quien lo causó.

  2. Rechazo a la Venganza y el Odio: La encíclica aboga explícitamente por superar la lógica de la venganza, proponiendo el perdón y la reconciliación como caminos para romper el ciclo de violencia (FT 227, 239, 241-242, 251). Este es, sin duda, el eje central de Víctimas por la Paz. Las narrativas de las víctimas son testimonios de arduos procesos personales para liberarse del odio y el rencor, eligiendo conscientemente caminos constructivos en lugar de la retaliación, incluso cuando el contexto social o personal pareciera habilitarla. La justicia restaurativa, en su esencia, busca alternativas al castigo retributivo, enfocándose en la sanación y la comprensión, promoviendo la liberación del resentimiento como paso necesario para la paz individual y social.

  3. Énfasis en el Encuentro y el Diálogo: Fratelli Tutti dedica capítulos enteros a la importancia vital del diálogo social, la cultura del encuentro y la necesidad de acercarse al otro/a, incluso al diferente o a quien ha causado daño, como vía indispensable para la fraternidad (FT Cap. 6 y 7). La parábola del Buen Samaritano (FT Cap. 2) es presentada como un arquetipo del encuentro que nos interpela. En Víctimas por la Paz, varias historias ponen de manifiesto la trascendencia del encuentro cara a cara entre víctima y ofensor/a como un paso crucial, aunque no exento de dificultades, hacia la comprensión mutua y la eventual reconciliación. La práctica restaurativa, por definición, facilita y promueve estos encuentros (directos o indirectos) como espacios seguros para la expresión de sentimientos, la comprensión del impacto del daño y la búsqueda conjunta de formas de reparación.

  4. Reparación del Daño y Reconstrucción de Vínculos: El Papa Francisco llama a "recomenzar", "cicatrizar heridas" y "reconstruir" la sociedad y los vínculos rotos por el conflicto, siempre en pos del bien común (FT 77-78, 225-226). Si bien la reparación material plena es a menudo compleja o imposible, las acciones de las víctimas en nuestro libro –el perdón otorgado, la ayuda ofrecida al ofensor o su familia, la creación de proyectos sociales– apuntan a una forma de reparación simbólica y a la reconstrucción de la confianza social resquebrajada por el delito. La justicia restaurativa tiene como objetivo primordial reparar el daño causado (en la medida de lo posible) y restaurar las relaciones afectadas, reconociendo que el delito no es solo una violación de la ley, sino fundamentalmente una herida en el tejido relacional.

  5. Dimensión Social y Comunitaria: La encíclica promueve la "amistad social" y la construcción de un "nosotros/as" que integre a todos y todas, especialmente a los/las más vulnerables y a quienes habitan las periferias existenciales y geográficas (FT Cap. 3, 5, 97-98). En Víctimas por la Paz, observamos cómo muchas víctimas transforman su dolor individual en acción social, creando fundaciones, talleres u ONGs, buscando mejorar la comunidad y prevenir futuros delitos. Este compromiso trasciende lo personal y se proyecta hacia lo comunitario. La justicia restaurativa, por su parte, reconoce que el delito afecta a toda la comunidad y busca involucrarla activamente en la solución, promoviendo la reintegración tanto de la víctima como de la persona ofensora en un entramado social fortalecido.

  6. Crítica al Sistema Punitivo y Búsqueda de Alternativas: Fratelli Tutti critica explícitamente la pena de muerte y la guerra, calificándolas como "falsas respuestas" y "fracasos de la humanidad" (FT 255-270), abogando por soluciones pacíficas y dialógicas. En nuestro libro, numerosas víctimas expresan sus dudas sobre la efectividad de la cárcel como única solución, considerándola a menudo un espacio que agrava la situación o no produce una transformación real. Muchas optan por caminos alternativos al proceso penal tradicional. La justicia restaurativa emerge, precisamente, como una alternativa o, al menos, un complemento necesario al sistema penal tradicional, cuestionando la eficacia del mero castigo para lograr una paz y seguridad duraderas.

  7. Potencial Transformador del Conflicto: El Papa Francisco plantea que el conflicto, aunque inevitable, puede superarse a través del diálogo, logrando una "unidad multiforme que engendra nueva vida" (FT 244-245). Habla de la capacidad de "recomenzar" y "resucitar" (FT 78). Las historias de Víctimas por la Paz son ejemplos elocuentes de resiliencia y transformación personal y social. El dolor, gestionado de manera constructiva, se convierte en motor de cambio. La justicia restaurativa, lejos de ver el conflicto únicamente como algo negativo, lo concibe como una oportunidad para el aprendizaje, la transformación y el fortalecimiento de las relaciones si se aborda de manera adecuada y respetuosa.

  8. Comprensión de las Causas Sociales del Delito: Fratelli Tutti analiza las "sombras de un mundo cerrado", identificando la inequidad, la exclusión, la pobreza y la falta de oportunidades como factores estructurales que generan conflicto y violencia (FT Cap. 1). En Víctimas por la Paz, muchas víctimas reflexionan sobre el contexto de vulnerabilidad –pobreza, exclusión, falta de educación, adicciones– que a menudo rodea a sus agresores/as, llegando a comprenderlos, en cierta medida, como "víctimas de víctimas". La justicia restaurativa, en su enfoque holístico, considera imprescindible analizar el contexto y las causas subyacentes del delito, buscando abordarlas para prevenir la reincidencia y promover una sociedad más justa e inclusiva.

En síntesis, tanto Fratelli Tutti como las vivencias compiladas en Víctimas por la Paz comparten una profunda visión humanista y esperanzadora que resuena con fuerza en los principios de la justicia restaurativa. Ambos textos, cada uno a su modo, proponen caminos que van más allá de la simple aplicación de la ley punitiva, enfocándose en la sanación de las heridas, la reconstrucción de los lazos fraternos y la búsqueda de una paz social genuina, basada en el encuentro, la dignidad compartida y, en muchos casos, la difícil pero liberadora senda del perdón.

Finalizando estas reflexiones, no puedo evitar pensar en cuántas otras intersecciones podríamos explorar. Incluso, en un ejercicio de imaginación audaz, me encantaría fantasear con una entrevista imposible entre el Papa Francisco y John Lennon, dialogando sobre su inmortal "Imagine". Quizás en esa utopía compartida, en ese sueño de un mundo sin barreras, resida la clave última para seguir construyendo, día a día, comunidades más justas, más fraternas, más humanas. Comunidades reparadoras y reparadas.

 

Diana E. Márquez 

Presidenta de la Sociedad Argentina de Justicia Restaurativa (SAJuR)
Coordinadora Nacional de Víctimas por la Paz
Secretaria de la Cooperativa de Trabajo Liberté
Directora del Área de Justicia Restaurativa de la Asociación Pensamiento Penal
Especialista en Justicia Restaurativa
Abogada y Escribana (UNLP), Mediadora Prejudicial (MJBA), Especialista en Mediación Familiar (CIJUSO)