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¿Qué Necesitan Realmente las Víctimas?

Cuando nos encontramos en Víctimas por la Paz, cuando compartimos un mate y nuestras historias, a menudo surge una pregunta silenciosa que va más allá del ruido mediático y del clamor por el castigo. Es una pregunta que nace de la experiencia vivida en carne propia: una vez que se dicta una sentencia, una vez que el sistema judicial cierra su capítulo, ¿qué pasa con nosotros y nosotras? ¿Qué necesitamos realmente para poder seguir adelante?.

Por Diana Márquez

Hemos aprendido, a veces por el camino más duro, que la justicia que se mide en años de prisión no siempre es la que sana nuestras heridas. Muchos hemos sentido cómo el engranaje judicial, en su legítima búsqueda de una "verdad procesal", puede convertir nuestra historia en un simple instrumento de prueba. Nuestro dolor, nuestra biografía, todo aquello que somos más allá del hecho que nos marcó, parece desvanecerse en un expediente. Y al final, una condena puede traer una sensación de cierre legal, pero raramente trae, por sí sola, la paz que nuestro ser anhela.

En este caminar juntos y juntas, hemos descubierto que nuestras necesidades más profundas son otras. Anhelamos una verdad que es más íntima y narrativa que la jurídica. Es la necesidad de encontrarle un sentido a lo incomprensible, de poder formular esas preguntas que nos carcomen por dentro y que solo quien nos ofendió podría empezar a responder: ¿Por qué a mí? ¿Pensaste en el daño que estabas causando? No buscamos justificaciones, buscamos una comprensión que nos permita empezar a ordenar el caos interior.

Descubrimos también la necesidad vital de ser escuchados y escuchadas. No en un estrado, no como testigos, sino como personas. Necesitamos un espacio seguro y amoroso donde nuestra palabra, con todo su peso de dolor, rabia y desconcierto, pueda ser desplegada y acogida sin juicios. Es en ese acto de contar nuestra historia, con nuestras propias palabras, donde empezamos a recuperar la voz que el trauma nos había arrebatado.

Y es desde esa escucha que puede surgir algo con un poder transformador inmenso: el reconocimiento del daño por parte de quien lo causó. Hemos aprendido a diferenciar muy bien entre un "arrepentimiento procedimental", dicho para obtener un beneficio, y un "arrepentimiento sustancial". Este último, el que nace de una reflexión genuina sobre el dolor provocado, tiene la capacidad de validar nuestro sufrimiento y devolvernos la dignidad de una forma que ninguna sentencia puede lograr.

Este reconocimiento es el que abre la puerta a una reparación real. Entendemos la reparación como algo que va mucho más allá del dinero. Es un gesto, una acción que busca "enmendar" simbólicamente lo que se rompió. Es ver que del otro lado hay un compromiso de no volver a dañar, es reconstruir la confianza en la comunidad, es sentir que nuestro dolor ha sido visto y que algo se hace para honrarlo.

Todo este proceso confluye en lo que para nosotros y nosotras es el corazón de nuestro camino: dejar de ser definidos/as por el delito que sufrimos para volver a ser protagonistas de nuestra propia vida. Es el "salto cuántico" del que hablamos en nuestra agrupación. Es tomar las riendas, con nuestras mochilas y cicatrices a cuestas, y decidir que el dolor no tendrá la última palabra. Es transformar la herida en una fuente de empatía y de compromiso con la paz.

Por eso, en Víctimas por la Paz, insistimos en que la justicia penal debe ser complementada. La Justicia Restaurativa no es para nosotros/as una utopía, sino la herramienta práctica y humana que nos ha permitido encontrar respuestas, sanación y sentido. Es un camino menos transitado, es cierto, uno que a veces construimos al andar. Pero es el único que nos ha demostrado que, incluso después del dolor más profundo, es posible reconstruir los lazos y encontrar una paz verdadera. Una paz que ninguna condena, por sí sola, puede ofrecernos.

Diana E. Márquez 

Presidenta de la Sociedad Argentina de Justicia Restaurativa (SAJuR)
Coordinadora Nacional de Víctimas por la Paz
Secretaria de la Cooperativa de Trabajo Liberté
Directora del Área de Justicia Restaurativa de la Asociación Pensamiento Penal
Especialista en Justicia Restaurativa
Abogada y Escribana (UNLP), Mediadora Prejudicial (MJBA), Especialista en Mediación Familiar (CIJUSO)